miércoles, 30 de octubre de 2013
Es mi año opuesto
Me lo acaba de decir el horóscopo chino, ya está terminando y yo recién me entero. Estaría quedando más claro por qué este año todo viene medio como entreverado. Aunque no tengo ni idea de qué quiere decir que estoy en mi ¨año opuesto¨, me viene requetebien para justificar todas las chambonadas que he venido haciendo
sábado, 26 de octubre de 2013
Esta sí soy yo
Ok ok, querido blogger, nos conocemos de hace tiempo y vos sabés que yo no me ando con positividades porque sí, y que siempre que puedo vengo y te cuento lo que pasa en mi interior más allá de la carita felíz, la risa medio boba y la voz de jirafa barítona que la vida me dio. Así que hoy, que es el day after, te puedo contar que sí, que ayer me dio el bajón de cumple, que ahora la vida interior y de familia llena todo, pero me falta el grupo de amigotes que me rodeaba cuando mi vida sentimental era un colador. Que tengo la excusa de que los amigos de la vida y la familia están lejos, que tengo muchos hijos y horarios y mis amigas actuales también tienen ritmos con hijos y actividades extracurriculares, que mi marido siempre vuelve tarde de trabajar y que a las nueve de la noche no puedo empezar nada un viernes. Todo eso lo sé, y por eso no organicé ningún festejo, y me quedó una sensación de vacío. La pregunta es si algo puede llenar ese hueco que traigo de tanto tiempo atrás. Pero el año que viene prometo, te prometo que lo voy a intentar. Total, falta mucho
viernes, 25 de octubre de 2013
Regalo de cumple
Quiero agradecer a MC por la nominación en su blog ! y me lo tomo como un lindísimo regalo de cumple, así que para divertirme un rato, yo también voy a contestar a las preguntas que ella propone
1- Cuando terminás de leer ¿pasás inmediatamente a otro libro o dejás que se asiente el que terminaste?
Depende, a veces me da el síntoma de abstinencia inmediatamente, y otras veces la experiencia es tan fuerte que siento que si empiezo otro libro va a ser incomparable. Por ejemplo, me pasó luego de Anna Karenina
2- ¿Qué preferís: libro en papel, libro virtual, blogs, todos? t
Todos, pero el libro en papel sigue siendo un imbatible
3- ¿Sos de buscar autores desconocidos?
Si, me encanta pero en general me guío por comentarios de referentes
4- ¿Leer o escribir?
Si me pongo a leer es seguro que no escribo. De a ratos me armo los huequitos en mi vida para escribir
5- ¿Algún personaje o libro que te haya marcado o no puedas olvidar?
Montones, últimamente, la protagonista del libro de Guadalupe Nettel, ¨el cuerpo en que nací¨,
6- ¿Te gusta comentar con otra persona sobre tus lecturas?
Si, y es genial cuando hay un interlocutor interesante para debatir
7- ¿Leés en voz alta?
Les leo cuentos a mis hijos y me viene sueño a mí
8- ¿Te gusta compartir el momento y el lugar con otro mientras leés/escribís o preferís hacerlo en soledad?
Puedo leer en compañía, pero definitivamente escribo en soledad
9- Tu lugar favorito para leer/escribir.
Para escribir, el rincón de mi escritorio. Para leer, lo más tranquilo es mi cama a la noche
10- Tu momento del día para leer/escribir.
Para escribir, noche oscura, todo tranquilo a mi alrededor. Para leer, podría hacerlo en cualquier lado, todo el tiempo
11- ¿Tu escritor/a o personaje favorito?
Mis favoritos se han ido sumando, y evolucionando. Clarice Lispector me impactó mucho. Junot Díaz me ha tenido como loca, Jumpa Lahiri, podría decir que es mi role model. En el pasado lejanísimo de mi inspiración están Angeles Mastretta, Isabel Allende, Marcela Serrano, todo eso sin ponerme a mencionar a los próceres latinoamericanos. La poesía de Benedetti fue una compañera de largo tiempo
domingo, 20 de octubre de 2013
divagues tempraneros en el día de la madre
Todos duermen, se escucha el ruido de la tormenta. El despertador de uno de mis hijos sonó en su cuarto a las siete, nadie se despertó. Yo me quedé atenta pensando en la gotera que está sobre mi escritorio, pero ya paró de llover. Domingo temprano y estoy levantada muy en silencio antes que nadie. Mis primeros pensamientos fueron para el final de ¨Breaking bad¨, que vimos anoche. Hace unos tres meses que voy de adicción en adicción, Mad Men, House of Cards, por Netflix, y Couchtuner. Ojo, no estoy sola en eso. El hombre de la casa está a la par conmigo, cada noche en el sillón destartalado del living. Dos de mis hijos son muy prolijitos a la hora de dormir, Andrés (12) y Agustín (5). Los acuesto a las nueve, leo un libro a Agus y se queda tranquilito en su cama. Andrés, que tiene síndrome de Down, es un caos para muchas cosas, pero para las rutinas es bastante ordenado. Se acuesta y se duerme en un segundo. Después quedan los dos duros de acostar, que siguen revoloteando a nuestro alrededor por un par de horas más. Guille tiene 11 y cada noche parece que la pensara pasar despierto. Y Mateo (2), con las siestasas que se duerme (y de las que no es posible despertarlo antes de las dos horas), tiene energía hasta la medianoche.
Cuando los dos mayores eran chiquitos, yo me iba a l cama con ellos, les leía cuentos, me quedaba dormida (antes que ellos, casi siempre) y después me despertaba de muy mal humor, casi a medianoche, para pasarme a mi cama, con la sensación de que no existía tiempo para mí. Ahora, con Mateo me da culpa pensar que no le dedico todo mi esfuerzo a que se duerma. Para sacarme la culpa, le leo un par de cuentitos en su cama, pero apenas bajo al living, él se viene con sus muñecos y lo dejamos quedarse con nosotros. Cosas que pasan con el hijo menor.
No tengo insomnio a la noche, caigo dormida en cuanto apoyo la cabeza en la almohada. Las sinopsis de la película de mi vida me despiertan a la madrugada, ahí me sí que me desvelo si llego a poner play en alguno de mis rollos recurrentes. Pero eso es tema para otro post.
Y ahora que terminé con Breaking Bad, sigo con las temporadas 4 y 5 de The Good Wife en idioma original. Si alguna las quiere, toquen timbre y les paso el link.
miércoles, 16 de octubre de 2013
Otra primavera en Montevideo
Tendría que haber puesto el Out of Office también en Blogger, pero ya estoy de vuelta. Una semanita de vacaciones, y traigo fotos del Jardín Japonés, en el Museo Blanes de Montevideo. Era uno de mis paseos de la infancia. Bueno, pasé como para regar las plantas, abrir la ventana y ventilar. Vuelvo pronto!
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